EJERCICIO 5

                                                   

EJERCICIO 5 PHOTOSHOP: 

                                                                                            

 

EJERCICIO 4

EJERCICIO 4 PHOTOSHOP

 

EJERCICIO 3 PHOTOSHOP

EJERCICIO 3 PHOTOSHOP:

Para realizar este ejercicio hemos utilizado una imagen en blanco y negro de una planta a la que hemos añadido color de la siguiente forma: primero hemos copiado la capa principal y utilizando la herramienta de seleccionar escogemos las partes que queremos pintar de un mismo color. Para que la imagen quede realista cambiamos el formato del color de “normal” a “superponer color”, y así sucesivamente hasta finalizar con todos los colores. Por último añadimos un marco a la fotografía y nuestro nombre.

 

EJERCICIO 2 PHOTOSHOP

SEGUNDO EJERCICIO PHOTOSHOP:

Para realizar este ejercicio hemos utilizado un dibujo en blanco y negro.

Seguidamente abrimos la imagen en Photoshop para añadir imágenes reales al fondo utilizando la herramienta de la barita recortando por partes el dibujo. Para pegar la imagen del cielo y de los arbustos seleccionamos la opción de pegado especial con las imágenes previamente descargadas, para pegar la imagen únicamente en esa capa, finalmente rellenamos con color utilizando la herramienta del cubo las partes en las que no necesitamos una imagen. 

 

EJERCICIO 1 PHOTOSHOP

EJERCICIO PHOTOSHOP:

Para realizar este ejercicio primero hemos descargado la imagen separada en partes, seguidamente abrimos la imagen en photoshop y con la herramienta lazo comenzamos a recortar todas las partes de forma individual, creando una capa nueva para cada una de las partes.

Ocultando las capas que no estamos utilizando vamos uniendo todas las partes formando el reloj con todos sus accesorios.

Para finalizar añadimos una nueva capa con el fondo seleccionando alguna imagen y firmando el trabajo con nuestro nombre.

 

No es lo que te pasa lo que determina lo lejos que llegarás en la vida; es la forma de manejar lo que te pasa.

 

ZIG ZIGLAR

 

La belleza de la ciudad era, ni más ni menos, la belleza de sus heridas.

Frase célebre de Yukio Mishima